EL CONTRAPODER

Por: Oscar Henao Giraldo. Agosto 31/2020

En un sistema democrático autentico, los medios masivos de comunicación ejercen control sobre sus gobernantes para establecer el equilibrio de poderes y evitar el abuso del mismo. El periodismo como muy bien lo expresa el maestro   juan Gossain, es el ejercicio de preguntar lo que al gobernante no le gusta y a la vez  incomodar cuando se falta a la verdad y sobre todo el de desconfiar  de los políticos. Hoy asistimos a una especie de sainete tragicómico protagonizado por estas castas defensoras de intereses particulares que hace mucho renunciaron al  contrapoder y alquilaron su independencia por un simple  plato de lentejas.

Con pena ajena por el periodismo asistimos a la degradación de una misión que algunos de manera cínica trastocaron,  para asumir como abogados del diablo empleando  tácticas mañosas  de manipulación de masas, entre ellas,  la estrategia de la distracción,  del lingüista Noham Chomsky “El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes”. De esta manera   vuelve, la vieja táctica de la amenaza y el miedo  creando términos para patentar  mentiras y ganar el  favoritismo  de adeptos que terminan siendo  fieles multiplicadores, de  palabras  dañinas que hieren o matan por su estigmatización. Es Así como de manera enfática comienza la inundación de múltiples distractores, entre los cuales,  lo relevante es  intrascendente en  un  país que se cae a pedazos. Por lo tanto resistir y persistir es la consigna de cara a un verdadero cambio.

Finalmente aparece esa franja marginada que la nueva tecnología acoge sin distingos, abre espacios de disertación antes inalcanzables por la mordaza de los maniqueístas de la información y que  ahora   mediante las nuevas dinámicas sociales se  asume como   ese contrapoder,  ayer  huérfano, hoy revitalizado y la única alternativa posible para defender nuestros derechos. Entre tanto, resulta paradójico que desde  el trabajo vilipendiado, despreciado por las elites de poder y del periodismo con términos peyorativos, sumadas a lo anterior  las amenazas de extremistas, nace y se fortalece   la nueva  fuerza que se extiende como virus, y no es  la covid19,  es EL CONTRAPODER que llega  hablando duro. Por lo anterior y haciendo acopio de fortaleza, disciplina    y resistencia se conforma el frente de batalla dispuesto a combatir  el virus de la corrupción. No puedo irme sin citar la sabia sentencia bíblica de nuestro Único Mesías, no conozco otro, Jesús   “la verdad os hará libres.

Oser2020